
La familia se queda sin el padre y todos piensan que ha dejado un testamento. Julia, la madre, fantasea con el esplendor del pasado y le tiene pánico al presente. Casandra, la nana, no puede ver, pero sabe la tragedia que se avecina y huele el terror en esta casa. Josefina y José Tomás, los hijos, son seres incompletos, mutilados por el vacío y la angustia que ha generado Julia en sus vidas. Josefina acaba de casarse con Julián, un hombre arribista, aliado íntimo de Julia. A falta del amor, todos están sumidos en la podredumbre que los hace delirar, y para encontrar la felicidad, todo tendrá que arder.