
Una madrugada de un domingo de otoño de 1993, durante los días del boinazo en Chile, llega un nuevo cargamento de pasta a una población periférica de la Capital. Muchos de los hombres están en la cárcel, perdidos en la droga, muertos o desaparecidos y las mujeres han debido tomar las riendas. Entre balaceras y fuegos artificiales, pobladoras transitan por la esquina más peligrosa entrecruzando sus historias de búsqueda y permanente espera de que pase algo que les cambie la vida.




