Los cuatro generales mayores, una secretaria y el joven ministro del trabajo, José Piñera; se encierran durante cinco días en una oficina del Edificio Diego Portales, para aprobar en tiempo record un nuevo marco legal que regulará la relación entre empresarios y trabajadores, entre jefes y empleados. Este hecho, que puede parecer una ficción, recrea una episodio real: una de las reuniones secretas que sostuvo la Junta militar con José Piñera y los ministros civiles de la dictadura, para debatir el conjunto de reformas que posteriormente se conocerían como el Plan Laboral, leyes que determinan y norman, hasta el día de hoy, la organización sindical y negociación colectiva de los trabajadores de Chile.
“No tenemos que sacrificarnos por los que vendrán”, frase pronunciada por Augusto Pinochet el 25 de junio de 1979 durante una de estas reuniones. El Plan Laboral fue la primera de «Las siete modernizaciones» planificadas por los Chicago Boys como puerta de entrada al neoliberalismo a nuestro país, un intento calculado por penetrar en cada ámbito de la vida social (salud, educación, previsión, trabajo, economía).
En el año 2012 y luego de haberse mantenido en secreto por más de 30 años, la biblioteca del Congreso Nacional desclasificó «Las Actas N° 372-A», una transcripción detallada de todo lo que dijeron, argumentaron, gritaron y murmuraron las 29 personas que participaron de estos cinco días de reunión. La obra rescata este documento de carácter histórico, desconocido para la mayoría de la población e intenta romper la inercia del tiempo, confrontando un pasado conflictivo aún no resuelto en el Chile del siglo XXI.